TALLER DE BONSAI I
Iniciamos una época del año buena para trabajar con las plantas en general. Arboles y arbustos tienen la savia descendente. Esta situación nos permite realizar múltiples tareas para mejorar nuestros amigos los árboles.
Los bonsais centran nuestro interés. Algún amigo pensaba, antes de entrar en esta disciplina que éramos torturadores de árboles, pensamiento que van abandonando después de sus primeras prácticas. La planta escogida para hoy proviene de un vivero, su meta era servir de seto en un jardín, pero su precario desarrollo la tenía apartada junto a otras plantas en un montón de deshechos.
Una buena limpieza de las raíces y el tronco. Las heridas en la corteza se cubren con una pasta para injertos.
Eliminadas algunas de las pequeñas ramas iniciamos la colocación de alambres.
Sujetamos los dos troncos con una alambre para evitar que se desgaje.
Finalizado el alambrado, vamos doblando las ramas buscando un modelo que se adapte a nuestra planta. En este caso haremos una rama en cascada y la otra en vertical.
Dejaremos la planta hasta la salida del invierno, entonces volveremos a estudiar sus posibilidades de desarrollo.
La planta acabada y su silueta.
Unos días a la sombra con un buen riego por inmersión le ha hecho recobrar su vitalidad perdida.
Una buena limpieza de las raíces y el tronco. Las heridas en la corteza se cubren con una pasta para injertos.
Eliminadas algunas de las pequeñas ramas iniciamos la colocación de alambres.
Sujetamos los dos troncos con una alambre para evitar que se desgaje.
Finalizado el alambrado, vamos doblando las ramas buscando un modelo que se adapte a nuestra planta. En este caso haremos una rama en cascada y la otra en vertical.
Dejaremos la planta hasta la salida del invierno, entonces volveremos a estudiar sus posibilidades de desarrollo.
La planta acabada y su silueta.
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