El perejil que sembré en el último menguante está apto para el trasplante. Preparamos la tierra Vamos vaciando las macetas. Este perejil lo podremos utilizar hasta bien entrado el invierno.
Los garbanzos ya están secos y es el momento de recogerlos. Arrancamos las plantas y las tenemos unos días para que se terminen de secar. Los trillamos para retirar la mayor parte de hojas y tallos. Un criba y un cubo son las herramientas imprescindibles. Aprovechamos el viento que surge al atardecer. Los restos los emplearemos para preparar compost.
Las lluvias no nos acompañan. Los pequeños brotes de las plantas silvestres hacen las delicias de los corzos y las perdices. La convivencia entre ellos es increíble. En un vídeo podemos observar sus delicados movimientos.