Quedan pocas horas para que el otoño, dé paso al invierno Astronómico. Ayer recibí un regalo de unos buenos amigos, unacesta de níscalos . Recibidos y a la cocina. Estaban buenos. No es como la seta de cardo , pero se puede intentar su degustación. Después de las tareas del fin de semana, animado por el regalo, he recorrido zonas de pinar y praderas. El sol ,Limpio de nubes y el viento solano curtían la mirada. En el pinar , la nieve se resiste a desaparecer. Los hongos está congelados y los níscalos no pueden empujar las hojas gélidas de los pinos. El camino estaba parcialmente cubierto y en el entorno sólo se escuchaban mis pisadas sobre un suelo crujiente . En la zona, habitan ardillas, no se dejan ver. Piñas peladas denotan su presencia. Los enebros , aparecen en la alfombra del pinar. Es el producto de la digestión de las aves, comen en el monte y siembran la zona alrededor de los árboles donde descansan. Hongos y setas están congelados. La pradera ha sido generosa, u