En una explotación de caliza antes de llegar al polígono industrial de el Burgo, los abejarucos tradicionalmente hacían sus nidos. Este año las golondrinas son los nuevos inquilinos.



El tiempo de regreso al nido es muy corto.

Tiene que ser muy dificil llegar a su nido.

Los gorriones permanecen atentos a las evoluciones de sus vecinos.
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