Después del sorteo de la suerte de leña, volvemos al robledal para cortar los árboles que nos han correspondido.
El día ha estado muy despejado.
El acceso está bien a pesar del hielo en las umbrías. Este año las suertes están muy bien localizadas.
Me correspondió la número siete.
Un motosierra, unas cuñas de madera, hacha y un pequeño martillo son las herramienta necesarias.
Es una tarea fácil pero hay que tener cuidado los tropiezos pueden tener consecuencias.
En cada árbol separamos el tronco principal de las ramas y prepararemos montones por calibres.
El remolque es pequeño, pero lo supliré con mas viajes.
La luz del sol desvanece en el monte.
El último viaje me permite contemplar y captar imágenes dignas de archivar.
Un vídeo ( en edición ) nos acercará a esta actividad.
domingo, 8 de diciembre de 2013
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